jueves, 29 de mayo de 2014

LOS HERMANOS ENFADADOS

LOS HERMANOS ENFADADOS
Había una vez dos hermanos que eran estupendos amigos y siempre jugaban juntos. Pero un día tuvieron una discusión tan grande por uno de sus juguetes, que decidieron que a partir de aquel día cada uno jugaría con sus cosas.
Como tenían tantas cosas y tantos juguetes, se pusieron de acuerdo para dedicar el día siguiente a aclarar de quién era cada cosa. Así lo hicieron, haciendo cada uno un montón con sus cosas, pero cuando acabaron con los juguetes grandes, con los juguetes pequeños, y como no les daba tiempo, lo dejaron para el día siguiente. Y al día siguiente sucedió lo mismo, porque empezaron a repartirse los lugares de la casa. Y lo mismo ocurrió un día tras otro, así que todo el tiempo andaban enfadados decidiendo quien tenía derecho a usar cada cosa que veían, ya fuera un animal, un árbol o incluso una piedra. Al final, habían acumulado dos verdaderas montañas de cosas.
Con el paso de los años, no cambió nada: cada mañana se juntaban para dividirse el mundo entre discusiones. Así se fueron haciendo viejecitos, y todos los conocían como los ancianos gruñones, porque siempre andaban enfadados y protestando, y nadie los había visto nunca sonreír.
Hasta que una mañana encontraron todas sus cosas totalmente mezcladas.
¡Alguien había estado en sus montañas y lo había mezclado todo! Con lo que les había costado separarlo.
Enfadadísimos, se pusieron a buscar a los culpables, y no tardaron en encontrar a un par de niños jugando entre las montañas de cosas.
Ambos estaban jugando juntos, tocándolo todo, sin importarles si mezclaban las cosas o no. Y se veían realmente felices, disfrutando a lo grande.
Fue entonces, cuando muchos, muchos años después, los dos ancianos gruñones se dieron cuenta de la tontería que habían hecho. ¡Habían dejado de jugar toda la vida solo para ver con que iban a jugar!, y se sintieron muy tristes, por haber dejado pasar sus vidas enfadados y sin jugar; pero a la vez estaban contentos, porque se habían dado cuenta, y dedicaron ese día y todos lo que les quedaron a jugar junto a aquellos dos niños, mezclándolo todo y compartiéndolo todo. Y hasta dejaron de llamarlos gruñones, para llamarlos los ancianos juguetones.
Pedro Pablo Sacristán
(España)
Después de la lectura
1. Marca con un aspa (x) la alternativa correcta
a. ¿Qué caracterizó la relación de los hermanos cuando empezaron a separar los juguetes?
(       ) Amor y amistad.
(       ) Enfado y pelea.
(       ) Paz y armonía.

b. ¿Con qué nombre se les conocía a los hermanos?
(       ) Los buenos hermanos.
(       ) Los ancianos malos.
(       ) Los ancianos gruñones.

2. ¿Cómo reaccionaron los hermanos el día que encontraron todas las cosas mezcladas?
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3. ¿A qué conclusión llegaron después de ver a los dos niños felices jugando y mezclando las cosas?
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4. ¿Cuál fue el final de la historia? Comenta oralmente y dibuja en tu cuaderno.
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5. Completa con imágenes el gráfico sobre la lectura. Luego, comparte tu trabajo con tus compañeros(as).



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