LOS HERMANOS ENFADADOS
Había una vez dos hermanos que eran estupendos amigos y
siempre jugaban juntos. Pero un día tuvieron una discusión tan grande por uno
de sus juguetes, que decidieron que a partir de aquel día cada uno jugaría con
sus cosas.
Como tenían tantas cosas y tantos juguetes, se pusieron de
acuerdo para dedicar el día siguiente a aclarar de quién era cada cosa. Así lo
hicieron, haciendo cada uno un montón con sus cosas, pero cuando acabaron con
los juguetes grandes, con los juguetes pequeños, y como no les daba tiempo, lo
dejaron para el día siguiente. Y al día siguiente sucedió lo mismo, porque
empezaron a repartirse los lugares de la casa. Y lo mismo ocurrió un día tras
otro, así que todo el tiempo andaban enfadados decidiendo quien tenía derecho a
usar cada cosa que veían, ya fuera un animal, un árbol o incluso una piedra. Al
final, habían acumulado dos verdaderas montañas de cosas.
Con el paso de los años, no cambió nada: cada mañana se
juntaban para dividirse el mundo entre discusiones. Así se fueron haciendo
viejecitos, y todos los conocían como los ancianos gruñones, porque siempre
andaban enfadados y protestando, y nadie los había visto nunca sonreír.
Hasta que una mañana encontraron todas sus cosas totalmente
mezcladas.
¡Alguien había estado en sus montañas y lo había mezclado
todo! Con lo que les había costado separarlo.
Enfadadísimos, se pusieron a buscar a los culpables, y no
tardaron en encontrar a un par de niños jugando entre las montañas de cosas.
Ambos estaban jugando juntos, tocándolo todo, sin
importarles si mezclaban las cosas o no. Y se veían realmente felices,
disfrutando a lo grande.
Fue entonces, cuando muchos, muchos años después, los dos
ancianos gruñones se dieron cuenta de la tontería que habían hecho. ¡Habían
dejado de jugar toda la vida solo para ver con que iban a jugar!, y se
sintieron muy tristes, por haber dejado pasar sus vidas enfadados y sin jugar;
pero a la vez estaban contentos, porque se habían dado cuenta, y dedicaron ese
día y todos lo que les quedaron a jugar junto a aquellos dos niños, mezclándolo
todo y compartiéndolo todo. Y hasta dejaron de llamarlos gruñones, para
llamarlos los ancianos juguetones.
Pedro
Pablo Sacristán
(España)
Después de la lectura
1. Marca con un aspa
(x) la alternativa correcta
a. ¿Qué caracterizó la relación de los
hermanos cuando empezaron a separar los juguetes?
( ) Amor y
amistad.
( ) Enfado y
pelea.
( ) Paz y
armonía.
b. ¿Con qué nombre se les conocía a los
hermanos?
( ) Los buenos
hermanos.
( ) Los ancianos
malos.
( ) Los ancianos
gruñones.
2.
¿Cómo reaccionaron los hermanos el día que encontraron todas las cosas
mezcladas?
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3.
¿A qué conclusión llegaron después de ver a los dos niños felices jugando y
mezclando las cosas?
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4.
¿Cuál fue el final de la historia? Comenta oralmente y dibuja en tu cuaderno.
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5.
Completa con imágenes el gráfico sobre la lectura. Luego, comparte tu trabajo
con tus compañeros(as).
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